lunes, 8 de octubre de 2007

Gelatina Cosmica

¿Y que pasaría si fuera verdad?....y de verdad las sombras en la cortina son jeroglíficos mágicos sustractivos!...¿si los leo? ¿Y si son extraterrestres y me abducen?
Los leí.
Estoy al lado del portal, pensando que hacer, decidiendo si si…
Corro la cortina, la luz me esta nombrando, sigo caminando aver que pasa…
Ya crucé, pero aquí no hay nada, estoy suspendida en una cuadricula quántica, y nose como moverme...pase lo que pase, no cerraré mis ojos…me da miedo dejar de mirar afuera.
Siento que algo se mueve dentro de mi, algo se mueve sobre mi, en mi, durante mi, el tiempo y el espacio se mezclan…pero acá no parece existir el tiempo…mi reloj se nubló…debe ser otra cosa, o seré como un agujero negro…¿me estaré desintegrando desde adentro?
Nose donde estoy.

Ya no tengo tanto miedo….no siento nada,…no sentir nada, no era tan malo tampoco…creo que ya me acostumbre!....tampoco hay sonido...no se escucha nada…es como gelatina entrando por mis orejas…no me escucho, pero todavía estoy pensando, sigo viva, no me morí!, evidentemente…creo.

¿Que hago?...espero…no pasa nada…me desespera la quietud…
Cierro mis ojos y que sea lo que Dios quiera!…pero,…¿estará Dios aquí?…no, no creo…los ángeles no podrían volar en gelatina. No, esto no puede ser el cielo…aparte no estoy muerta!...quiero creer.!

No no,..mejor no cierro nada…por las dudas…alto alto!..sentí algo… en la mitad de mi cara!..algo frió como una ventisca lunar…mas profunda que una brisa, pero con una sensación táctil como mentolada. Creo que algo esta por pasar. Y veo algo!! Si…estoy viendo algo…no esta ni lejos, ni cerca, nose donde está! No tiene forma de nada, pero lo veo…es oscuro…marrón…y ahora si lo siento cerca!..es como si tuviera un milímetro de visión…No entiendo nada, pero de seguro “eso” tampoco esta muerto, porque se mueve…bueno en realidad tampoco se si esta vivo porque no se que ES!! Posiblemente sea alguna secreción de algún ente cósmico. O algún aparato alienígeno que viene a separarme en partículas infinitas. Esta cerca!! Mas cerca que recién… lo siento nose en donde!, ni como!…pero lo siento!,…se acerca…. Se acerca…Ya esta! Basta!…no aguanto mas! yo cierro los ojos!!!nose de que me pueden proteger un par de parpados comunes de humano, pero yo los cierro ya!!
Los cerré…no pasa nada…esta todo negro.

¿Y ahora?!...ahora me da miedo abrirlos de nuevo!...voy a esperar un ratito de nuevo…y los abro!...

Si mis cosas hablaran

Si todo cobrase vida, tan solo por un instante, y me contaran mis cosas , lo que quieren hacer..les daría una vuelta por mi vida, fuera de las paredes, un tour por mis lugares, un viaje por mis amores, por mis gentes…
Si mis cosas hablaran,me dirían si extrañan a alguien, si me esperan calladas todo el día, o hacen una fiesta en mi ausencia.
Si mis pinceles contaran lo que dibujan a veces, en los papeles, las telas, las pieles,…sin duda quedaría pasmado el que escuchase suficiente, contarían como construyen puertas y túneles, como inventan, crean de la nada, como las tachan y desvanecen.
El baile de la cortina me está distrayendo, ella también quiere viajar.
Necesito un auto más grande, para llevar mis cosas a pasear.
Necesito una vida mas larga, unas horas mas de día, una octava mas en mi voz.
Necesito por lo menos un brazo más, el amor seria maravilloso, una lengua, otro corazón y cuantos riñones y los hígados que exigiera mi dieta.
Definitivamente necesito mas ojos y algún que otro oído nuevo.
Necesito también otra mente, para que observe la que ya tengo, y pueda confiar en sus dictámenes.
Necesito un alma de confianza, para cambiarla a pedido del publico y hacerlos felices a todos..
Necesito un caleidoscopio blanco y negro, que pueda separar las cosas seriamente.
Necesito un vaso de agua interminable, un colador de impresiones, un dispenser de caramelos…un cd de silencio.
Necesito una mesa de luz!
Necesito muchas cosas.
Necesito mas cosas!...
Mis cosas necesitan cosas!... mis papeles un guía…suelen perderse en la muchedumbre. Mis estrellas; una red, para que lluevan tranquilas sin despertarme, para que brillen en la oscuridad suspendidas y frescas.
Mi cepillo;uso.
Mis lapices una punta infinita y colores fosforescentes.
Mi alfombra; que deje de pisarla, mi cama que la alfombra este a sus pies.
Mi sillon; respirar, y mas almohadones coquetos, en ves de torres de papeles, eso es el trabajo de los estantes.
Mis espejos; anteojos de sol.
Mi ropa; justicia.
Necesito tantas cosas mas! Para acompañar las mías,…que si pudieran hablar, medirían donde se quieren sentar, ellas tienen las primeras butacas de mi platea. Pobres!, las obligo a ver todo. Talvez, si hablaran, exigirían su libertad! y saltarían por el balcón! o me darían besitos todas las mañanas mientras les canto ronca.
Tal vez,…si mi computadora cobrara vida, hablaría por todas mis cosas, y me pediría las cosas que mis cosas quieren. Tal vez escribiría por mi, me convencería de quererlas y necesitarlas a todas...y en una de esas, hasta firmaría por mi.

G:P

No tengo porque escribirte una carta de amor

Y no, no tengo porque!... no tengo porque empujarme a una silla por horas y presionar mi mente para escribir profundidades… las mejores cosas brotan de mi cuando menos lo intento..no tengo porque esforzarme para decir lo justo o limpiar mis saberes para mostrarlos intactos a los demás..quiero mis experiencias toscas, sucias, todavía con barro de donde las levante. No tengo porque presionarme para percibir diferente, para solucionar las cosas, para ver la situación, mis mejores soluciones salen de minutos ajenos, de mi ceguera, las mejores ideas me hablan cuando manejo, cuando me baño, cuando me vuelo. No tengo porque demostrarle nada a nadie. No tengo porque; morir en el intento de salvar a los demás, no tengo porque hacer ninguna de esas cosas. Algunas veces tejo soluciones tan grandes que no puedo explicarlas y ni siquiera son para mi!. No tengo porque; tratar de escribir cosas interesantes cuando puedo estar viviéndolas para mi. No tengo porque tratar nada!No tengo porque ganar, ni perder. No TENGO! Ni que ser la principal, la mejor, famosa, inteligente, no tengo la obligación de nada!.. pero si el mismo derecho que todos a ser mediocre, invisible, vulgar y anónima. No tengo porque; vestirme bien, ni raro, ni diferente. No tengo porque decir todo lo que pienso, ni ser transparente, ni original, no le debo veracidad a nadie mas que a mí. Tampoco tengo porque no tener secretos, si soy la única dueña de los míos. No tengo porque; compartir todo, ni sentirme mal por lo que guardo. No tengo porque; justificarme, ni aclararme, ni tener razon, ni ser sana, ni rara, ni loca, ni perfecta.


No tengo porque mostrarte que se cantar, que se bailar, que se pintar , cocinar …y no tengo porque ocultarlo para esperar que lo descubras, y sorprenderte,. No tengo porque explicarme, ni definirte. No tengo porque adelantarme a tus pensamientos para que veas que te serviría, que te ayudaría, que te entendería...no tengo porque darte opotunidades No tengo porque, esperar a que reacciones tampoco. No tengo porque vender mis gustos para comprar los tuyos. No tengo porque soportarte. No tengo por que hacer lo mismo que vos para que veas que somos iguales y posibles juntos…si vos lo sabes. No tengo porque; huirte, si me gustaría quedarme, no tengo porque presumirte, si se que te gusto. No tengo porque contenerme, si yo también tengo ganas. No tengo porque temerte, si tarde o temprano me vas a doler.

No tengo porque amarte
No tengo porque no
No tengo porque decirtelo
No tengo porque quedarmelo

No tengo porque escribirte una carta de amor

martes, 13 de febrero de 2007

Para Sentirse Solo

Sentirse solo no es tan fácil como parece. A menudo la soledad nos acompaña sin que nos demos cuenta. Para estar solo y sentirlo, no solo hace falta una ausencia presente, mas se necesita tener un grado considerablemente alto de autoconciencia y largas horas cursadas de miradas en los espejos. El poder de observación es clave, por que uno no se siente verdaderamente solo hasta que se hipnotiza con aquellos incontables detalles minúsculos de las paredes y pisos, uno por vez. De nada sirve afligirse si aparece la tentación de sentirse acompañado por algún objeto inerte de valor emocional o algún ruido foráneo que quiera parecer familiar, es una situación común y fácilmente superable en este arduo proceso. El sonido de las caligrafías, el chillido de los muebles, los colores de las sombras, el latido del reloj y la brillantez de la luz, solo son algunos de los fenómenos normales ahora perceptibles por su creciente cualidad. cuando comience a rascarse el cuerpo con languidez, usted ya estará apto para sentirse solo, en verdadera soledad.

De Vuelta

Lo más triste era volver y ver como se apagaba el día, mi día. Era una maratón sin llegada, donde solo la inercia competía con el infinito. Caminaba en un rumbo demasiado conocido para mí. El cuerpo siempre parecía pesar considerablemente más en las últimas cuadras pero yo seguía derecho y las esquinas giraban por mí. No era yo el que se movía, era todo lo demás, sentía que estaba siempre en el mismo lugar, aunque el paisaje cambiara y los metros que nos separaban se encogieran progresivamente. Solía pasar por un par de calles abiertas que me mostraban paisajes casi holográficos, a medida que avanzaba todo volvía a cambiar; veredas y casas en composé, el sol que escondía su ultima manchas ciega en el cielo desteñido, las hojas, los charcos, todo era diferente a cada paso pero igual cada día. El ruido gris y urbano creaba un clima especial de atemporalidad pasajera casi silenciosa. Las personas eran figurillas de quehaceres mecánicos, intercaladas entre las sombras, me gustaba mirarlas de reojo y aparentar que pretendía llegar a algún lado. En el camino los perros se acostaban a mi paso, en un efecto domino extrañamente sincronizado, me gustaba interpretarlo como una reverencia dolosa al condenado camino a su fin. Seguía caminando quieto. Al entrar a la plaza y recortarla por el medio, los árboles robustos y semi floridos me anunciaban la cercanía. Cada paso que daba, ya era mucho mas cerca. Las flores kamekasi se estrellaban en las hojas secas, sonando como un chistido insistente que me exhortaba a detenerme, era el llamado otoñal al que nunca respondía. Y de nuevo a mis espaldas la flora se agitaba en alerta, donde empezaba mi calle gris. Al faltar unos metros, ya nada me detenía, todo sonaba lejano y la nada próxima. El sol se oscurecía para cuando llegaba a la entrada, en la fachada perpetua, el cemento y los matices cenizas se camuflaban difusos para resaltar la puerta. Una vez mas me encontraba en ese escalón inconcluso, a un solo paso del vació. Y entraba con discreción resignada, allí donde ya no sentía, y rogaba en mi mente callada que no me dejara volver.